San Pedro y El Soberbio - Los Saltos del Mocona

Hace menos de dos décadas, llegar al Moconá representaba uno de los grandes desafíos para los apasionados de aventuras extremas. Para los amantes de la adrenalina, el trazado precario existente por la selva misionera o paranaense, representaba una alta fuente de inspiración. No en vano, Horacio Quiroga escribía sobre la grandeza de la naturaleza y en los cuentos para niños surgían insólitas y encantadoras aventuras con los animales de monte. Materia prima para similares relatos hay suficiente. 

Si hasta uno se puede imaginar que aquel cuento sobre la tortuga (yabotí, en guaraní) surgió quizás inspirado en  esta parte de la selva. Más de un centenar de especies de mamíferos y un número cercano de reptiles, el doble de variedad de peces y aves y más de dos mil especies de plantas, por citar algunos, permanecen ocultos o semi ocultos y se reparten, en el Parque Provincial Moconá de 999 hectáreas, que actúa como bisagra de dos áreas de preservación, la Reserva de Biósfera Yabotí (de 253.773 hectáreas, integrada por propiedades privadas y propiedades del Estado) y el Corredor Verde.

La administración del primer espacio la comparten el departamento de San Pedro ( 31.051 habitantes, según Censo 2010) y el Municipio de El Soberbio (con 22.898 habitantes) y a ello se suma el Corredor Verde, que se extiende a lo largo de 22 municipios; ambos espacios de conservación fueron creados en los '90.

San Pedro es el de mayor extensión de los diecisiete departamentos de Misiones, al contar con 3.407 kilómetros cuadrados. Seguido en extensión territorial por el departamento Guaraní, con 3.314 kilómetros cuadrados y como municipio por El Soberbio, con 1.817 kilómetros cuadrados.

Huellas 

Desde aquel proyecto de conservación, no puede hablarse de que la selva se mantuviera en estado puro, porque las huellas de motosierras, tractores y camiones fueron quedando como pruebas claras de periódicas extracciones irregulares de maderas nativas, que atentaron contra el santuario de las plantas y los animales.

Aún así, en un recorrido realizado por  la olvidada y abandonada ruta provincial 21, pueden observarse pisadas de yaguaretés, que dan cuenta de la presencia del gran felino, que intenta mantener controlado su propio territorio. Pero en el medio está el control territorial de los hombres, entre San Pedro y El Soberbio, ante el principal atractivo actual del río Uruguay, como son los Saltos del Moconá, ubicado frente al Parque Estadual do Turvo de Brasil.

Los investigadores resaltan que la ubicación del Parque Provincial Moconá, frente al Parque del vecino país y a la Reserva Esmeralda, área núcleo de la Biósfera, le confiere una estratégica función de corredor biológico entre las 17.491 hectáreas del Parque brasileño y las 253.773 hectáreas de la Reserva Biósfera Yabotí, permitiendo la existencia de especies con grandes requerimientos de hábitat, como la harpía y el citado yaguareté, ambos en peligro de extinción.

Por otra parte, la destrucción casi total del mismo bioma en territorio brasileño, hace que muchas especies hoy extintas en el sur de Brasil o en peligro de extinción, encuentren en Moconá un nexo entre el Parque Estadual do Turvo y Yabotí y la posibilidad de asegurar su perpetuación.

Experiencia turística

San Pedro realizó el primer envión, aunque esos escasos impulsos se perdieron ante la entonces escasa dedicación, o quizás desinterés, de sus gobernantes locales. Con el acceso terrado cada vez menos transitable, hasta para los amantes de las aventuras, San Pedro le fue dando la espalda al principal atractivo turístico de la zona que comparte con El Soberbio.

El parque Saltos del Moconá se encuentra enclavado en el departamento de San Pedro, pero El Soberbio le está sacando mejor provecho. El nombre de este último municipio y la zona costera del Río Uruguay, actuaron como imanes para atraer a turistas e inversores. De esta manera, mientras la Capital de las Araucarias le da la espalda, la Capital de la Esencia le saca el jugo y se convierte en la puerta de entrada para los ávidos visitantes de los Saltos.

Río Uruguay

Dentro de la cosmología guaranítica, el río Uruguay significa “río de los caracoles” o “río de los pájaros”. Nace en la Serra Do Mar, Brasil. Sirve de límite internacional con ese país. Su principal afluente misionero es el Pepirí Guazú, con quien cierra el límite internacional. Es un río que no logró alcanzar su equilibrio, de lecho muy pedregoso, con numerosos rápidos y correderas. Debido a ello y a su particular sinuosidad, es navegable sólo en tramos.

Entre las desembocaduras del Pepirí Guazú y el arroyo Yabotí, se han formado los afamados Saltos del Moconá,  de gran atractivo para turistas locales, nacionales y extranjeros, especialmente de los que buscan un turismo de aventura. Se trata de unos saltos desplegados casi longitudinalmente en el río, con caídas de agua de cinco a seis metros de altura.

Según el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec) Misiones, los primeros registros cartográficos acerca de los fascinantes Saltos datan de 1699, en el Mapa de Yerbales de las Misiones Orientales, atribuido al sacerdote jesuita, José Tolu. Su denominación actual, Moconá, proviene del vocablo en lengua guaraní que significa “el que todo lo traga” o “tragadero”.

Fuente. Diario El Territorio - Autor: Antonio Villalba
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