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Ruinas de San Ignacio: Las Restauraciones Que Olvidaron la Historia

La reducción jesuítica de San Ignacio Miní (1678), a orillas del Paraná misionero, sufrió a lo largo de su historia una serie de cambios compuesta de derrumbes, ampliaciones (Brasanelli, 1722), abandono (Expulsión, 1768), destrucciones e incendios (Chagas, 1817), redescubrimiento (Queirel, 1898, Lugones, 1903), restauraciones (Buschiazzo 1938), y "restauraciones de restauraciones" (Onetto, 1941-1948; España, 1970, World Monument Found, 1980) hasta alcanzar el aspecto presente, y tal como las ve hoy el visitante: las ruinas de San Ignacio.
Sin embargo, desde el punto de vista de la conservación del patrimonio arquitectónico-histórico el término "ruina" adquiere un significado distinto del peyorativo de "decadencia", ya que toda "ruina patrimonial" posee su lenguaje particular (y diverso, respecto de la imagen de la construcción cuando estaba habitada) y según infiere un experto en estos asuntos, las últimas restauraciones sucesivas no tuvieron en cuenta ciertos aspectos, desatendiendo ese lenguaje. Esa es la sustancia de una investigación realizada por Norberto Levinton, autor de El lenguaje de los muros en que aborda el tema específico.

Dos lenguajes juntos
Levinton realiza en su trabajo un exhaustivo estudio de ciertos aspectos técnicos que debieron haber sido considerados en los trabajos de restauración a fin de sustentar su propio proyecto de reconstruir en la citada reducción una parte de ella, como se reconstruyó en la década del 70 la de Chiquitos (en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia), ensamblando, marcando, diferenciando, la parte nueva sobre la existente. "En dicho complemento (su proyecto) se percibirán, dice Levinton, sendos lenguajes". Para ello indagó en viejos escritos jesuíticos que revelan el plan de construcción original en base a la resistencia de las piedras con las que se construyeron los muros (distintos tipos de piedra tacurú y asperón). "Los muros de los edificios, expresa Levinton, no cumplían una función estructural, sino de cáscara apenas autoportante, ya que fueron las sólidas columnas de madera dura (urunday) las que absorbían y soportaban la estructura de los grandes techos de tejas".

Sistema constructivo
El sacerdote misionero Sánchez Labrador describió la calidad de los tipos de piedras utilizadas originalmente en las obras:  "(...) ¿Qué se ha de juzgar de aquellas piedras llamadas de los Guaraníes Itaquí e Itacurú? Entre las piedras Itaquí hay mucha diversidad en colores y sustancias, bien que todas son areniscas, unas fútiles y muy blandas; otras muy duras y consistentes. Las primeras no son a propósito para edificios de importancia, como se experimentó en la Iglesia del Pueblo de la Trinidad en las Misiones de Guaraníes, cuya media naranja que estribaba sobre semejantes piedras, se vino a plomo una noche. Puédense sí emplear en fábricas humildes y de poca monta, dándole buen grueso a la pared y no excediendo su altura de veinte pies. Si hubiere de exceder, no será la obra segura si no se afianza sobre buenos pilares (horcones) de madera, que mantengan el peso del maderaje y del techo o tejado".

Restauraciones fallidas
"En la primera restauración de la década del 40 a cargo del arquitecto Buschiazzo, cuestiona Levinton, se colocaron las piedras no ornamentadas sin tener en cuenta aquel detalle señalado por Sánchez Labrador. Buschiazzo argumentó que "el avanzado estado de destrucción y la falta de documentos imposibilitan una labor seria (...) quedan aún en el terreno infinidad de piedras talladas que podrían recolocarse, con lo que el conjunto recobraría parcialmente el grandioso aspecto que debió tener. Todo intento de reconstrucción que quisiera sobrepasar la simple conservación de las ruinas, estaría fatalmente destinado a caer en el dominio de la inventiva".
¿Qué fue lo más negativo de este discurso?, se pregunta Levinton. "Por un lado la utilización de las piedras caídas sin ningún estudio de las mismas. Por otro lado, la aseveración de que era imposible emplear algún tipo de metodología que pudiera pasar por una anastilosis como técnica de reintegración de las piezas halladas al muro. (NdR: anastilosis es la técnica de reconstrucción de un monumento en ruinas gracias al estudio metódico del ajuste de los diferentes elementos que componen su arquitectura). En la siguiente restauración (1942-1948), a cargo del arquitecto Onetto, al no conocerse lo que obvió Buschiazo, tampoco se consideró a fondo la resistencia y ubicación de las piedras y en lo sucesivo (dos restauraciones parciales) los especialistas arrastraron el error. "De esta manera, expresa Levinton, para realizar el proyecto de reconstrucción respentando los lenguajes de los muros habría que estudiar piedra por piedra, recolocarlas sobre la mezcla, y recién entonces reconstruir las columnas y sobre ellas apoyar el nuevo techo, réplica del original".

Conclusiones
"La Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, concluye Levinton, tiene una grave y pesada responsabilidad en sus manos. Tenemos la esperanza que en algún momento la dirijan profesionales realmente comprometidos con el resguardo del patrimonio. Los resultados de las intervenciones realizadas hasta ahora en San Ignacio Miní revelan la inexistencia de investigaciones históricas (de archivo e historiográficas) lo suficientemente importantes como para sustentar los criterios de intervención. La decodificación del lenguaje de las piedras todavía es una tarea inacabada. Un avance ha sido la concreción de un archivo específico de todo lo implementado con las ruinas. Este material constituye una verdadera memoria de todo lo que se hizo, bien o mal, y deberá ser tenido en cuenta para cualquier realización con cierta seriedad".

• Norberto Levinton
Norberto Levinton es arquitecto y Doctor en Historia. Ha colaborado con los planes de Restauración de las Ruinas de los Pueblos de Nuestra Señora del Loreto (Argentina) y de San Cosme y San Damián (Paraguay). Participó del Equipo Técnico que preparó el diagnóstico estructural de la Iglesia de San Ignacio Miní. Fue docente del Posgrado y profesor adjunto de Historia de la Arquitectura de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires.

Por Javier Arguindegui - El Territorio
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Misiones Jesuiticas - Horarios - Espectaculo de Luz y Sonido - San Ignacio - Santa Ana - Loreto - Misiones


Las misiones jesuíticas de San Ignacio, Santa Ana, Nuestra Señora de Loreto y Santa María, abren al público de lunes a domingo, en el horario de 7 a 18. El espectáculo Imagen y Sonido de San Ignacio, comienza actualmente a las 20.30, aunque varía  de acuerdo a la luz diurna, por lo tanto se puede decir que la primera función se inicia a la caída del sol.  
 
De los 30 pueblos organizados en la Cuenca del Plata, estos cuatro sitios se pueden visitar en la provincia de Misiones. San Ignacio Miní, Nuestra Señora de Loreto, Santa Ana y Santa María La Mayor  fueron declaradas en 1984 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Santa María La Mayor  se encuentra en el departamento de Itacaruaré, a 120 kilómetros de Posadas, la capital de Misiones. Exhibe muros de gran porte y excelente resolución técnica. En la periferia se pueden observar restos de capillas, caminos, talleres y la residencia.

Santa Ana es una de las reducciones que conserva mejores y más voluminosos vestigios arquitectónicos, de una notable resolución urbanística, a partir de la adaptación a las irregularidades del terreno. Está ubicada a 45 kilómetros de Posadas.

Nuestra Señora de Loreto, en el departamento de Candelaria, a 55 kilómetros de la capital misionera, fue fundada por el padre Antonio Ruiz de Montoya.
Loreto tuvo la primera imprenta americana y una importante biblioteca. Los restos de la capilla y la plaza ceremonial  son parte de la actividad religiosa actual.

San Ignacio Miní, la mejor conservada y restaurada, permite apreciar el trazado urbano de la reducción.
A 60 kilómetros de Posadas, este lugar presenta cada noche el espectáculo de Imagen y Sonido. A partir del despliegue de tecnología de última generación, propone una nueva forma de experimentar la historia y vivirla en primera persona.

Fuente: Adriana Poles
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SAN IGNACIO - Ruinas de San Ignacio - Reducciones Jesuiticas - San Ignacio Ruins - Jesuit Missions - Misiones, Argentina

Entrada al Templo Principal de las Reducciones de San Ignacio - Misiones - Foto: Alcides Cruz


La historia de San Ignacio se remonta al siglo 17, cuando en las Reducciones Jesuiticas, era un centro de expansion cultural y colonizacion del Virreinato del Rio de la Plata. La etapa poblacional diferente de sus antecedentes hispanicos, se inicia con la delimitacion del agrimensor Queirel. Fue el 25 de septiembre de 1887 cuando la gobernacion de Corrientes decide por ley la creacion de de municipios rurales en el Territorio Nacional de Misiones. Esa fecha fue designada como la fundacional.
El relato local, dice que las primeras familias que llegaron hacia fines del siglo 19, se asentaron alrededor de las celebres Ruinas Jesuiticas y tomaron los materiales de las mismas para hacer sus viviendas. Se cita a los Junis con su almacen de ramos generales y a los hermanos Vanderdorp, los Alfisi. Zouvi, Bose, Berh, Alcaraz, entre otros. Las Ruinas de San Ignacio de Mini, junto con las de Santa Ana, Loreto y Santa Maria La Mayor , fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1994. Restaurado entre 1940/50, San Ignacio es el conjunto arquitectónico jesuítico mejor conservado en territorio argentino. Esta localidad se encuentra ubicada a 60 kilometros de la capital de Misiones. De su pasado jesuitico quedan rastros del arte y esculturas en piedra, los antecedentes en musica porque alli se construyeron los primeros instrumentos musicales. Los monjes jesuitas arribaron en el 1600 procedentes de la region del Guayra, sobre el Rio Parana Panema perseguidos por los Bandeirantes paulistas y mamelucos, unos piratas que asolaban las areas misioneras capturando indigenas para venderlos como esclavos en los mercados de San Pablo y  Rio de Janeiro. Fue el celebre Padre Antonio Ruiz de Montoya el que encabezo el traslado de los 12.000 indigenas en balsas y canoas por el Rio Parana, para fundar la Mision San Ignacio Mini ( menor) en las orillas del Arroyo Yabebiry: alli estuvieron los misioneros y los indigenas entre 1632 y 1696. Luego se abrio la zona de las Reducciones Jesuiticas actuales, a unos 5 kilometros, con los Padres Jose Cataldino y Simon Maceta, quienes se hallan sepultados en el cementerio de la Mision. Cuando los Jesuitas fueron expulsados del territorio, los indigenas quedaron librados a su suerte y muchos volvieron a su habitos en la selva. (el rey Carlos III, expulsó a la Compañía de todos sus dominios, en 1767. San Ignacio Miní sobrevivió hasta que fue destruida en 1821). Las Ruinas de San Ignacio son el testimonio de uno de los 30 pueblos indígenas que conformaron las Reducciones Guaraníticas del Paraguay. Éstas no fueron un experimento aislado, formaron parte de las acciones evangélicas que la Compañía de Jesús implementó fuera de Europa.

Iglesia de San Ignacio -  Foto: Alcides Cruz

LOS 30 PUEBLOS DE LAS MISIONES JESUITICAS FUNDADOS EN PARAGUAY - ARGENTINA - BRASIL: Santa Maria de la Fe - San Ignacio Guazu - Santa Rosa - Itapua - Trinidad - Jesus - Santiago - San Cosme - Corpus - San Ignacio Mini - Loreto - Santa Ana - Candelaria - Martires - San Javier - San Jose - Santa Maria La Mayor - Apostoles - Concepcion - San Carlos - Santo Tome - La Cruz - Yapeyu - Sao Borja - Sao Luis - Sao Laurencio - Sao Miguel - Sao Joan - Santo Angelo - Sao Nicolau

San Ignacio's story goes back to the 17th century, when Jesuit Reductions, was a center of cultural expansion and colonization of the Viceroyalty of the Rio de la Plata. Different population stage hispanic background, begins with the delimitation of Queirel surveyor. It was the September 25, 1887 when the governorship of Corrientes decide by law the creation of rural municipalities in the National Territory of Misiones. This date was designated as the foundation.
The local story says that the first families who arrived late 19 th century, settled around the famous Jesuit ruins and took the same materials to make their homes. Junis quoted with the general store and Vanderdorp brothers, the Alfisi. Zouvi, Bose, Behr, Alcaraz, among others. The ruins of San Ignacio Mini, along with those of Santa Ana, Loreto and Santa Maria La Mayor, were declared World Heritage Site by UNESCO in 1994. Restored 1940/50, San Ignacio Jesuit is the best preserved architectural complex in Argentina. This town is located 60 kilometers from the capital of Misiones. In his last remaining traces of Jesuit art and sculpture in stone, the background music because there were built the first musical instruments. Jesuit monks arrived in 1600 from the region of La Guaira, on the Rio Parana Panem pursued by the Mamluks Bandeirantes and São Paulo, some pirates who ravaged the Indians capturing mission areas to be sold as slaves in the markets of Sao Paulo and Rio de Janeiro .
It was the famous Padre Antonio Ruiz de Montoya who spearheaded the relocation of 12,000 Indians in rafts and canoes on the Rio Parana, to found the Mission San Ignacio Mini (lower) on the banks of the Arroyo Yabebiry: there were the missionaries and the Indians between 1632 and 1696. Then he opened the Jesuit Reductions area today, about 5 km, with parents Joseph and Simon Cataldino Pot, who are buried in the cemetery of the Mission. When the Jesuits were expelled from the territory, the Indians were left to their own and many returned to their habits in the jungle. (King Carlos III, expelled the Company of all domain names in 1767. San Ignacio Mini survived until it was destroyed in 1821). The ruins of San Ignacio are the testimony of one of the 30 indigenous peoples that formed the Guarani of Paraguay Reductions. These were not an isolated experiment, were part of the evangelical activities the Society implemented outside of Europe.

ATRACTIVOS CULTURALES: Reducciones jesuiticas Guaranies - Centro de Interpretacion y Recreacion - Museos - Casa del Escritor Horacio Quiroga - Casa de Bormann
ATRACTIVOS FOLCLORICOS: Aldeas Aborigenes - Paseos de Artesanos
EVENTOS: Semana Santa - Espectaculo de Luz y Sonido en las Ruinas Jesuiticas - Carnaval - Encuentros de Moto Fans
ACTIVIDADES: Pesca deportiva - Trekking - Paseos Nauticos - Avistaje de Flora y Fauna - Circuitos de Multi Aventura - Visita a las Reducciones Jesuiticas del Paraguay - Safari Fotografico

Apuntes y Recortes

MISIONES JESUITICAS – Durante el ano 2010, las reducciones jesuíticas de San Ignacio, Loreto, Santa Ana y Santa Maria recibieron la visita de unos 260 mil turistas. El espectáculo de Imagen  y Sonido de San Ignacio se realiza en tres funciones: 19,30,20,30 y 21,30 horas, segun demanda del publico – Recreacion de la vida en la época de los Jesuitas – Las imágenes se proyectan sobre agua y humo - Hay cupos – Informes: Boleteria: TE 03764-470186 de 07.00 a 20.00

HORARIOS DE LAS RUINAS JESUITICAS. San Ignacio de 07.00 a 17.30; Santa Ana, Loreto y Santa Maria de 07.00 a 18.30 todos los dias.

TARIFAS DE LAS RUINAS JESUITICAS. Misioneros $25 con DNI; Argentinos $50 con DNI; Mercosur $60; Otros paises $70; Jubilados Nacionales $25; Jubilados Provinciales $15

En las misiones jesuíticas de San Ignacio Mini, Santa Ana, Nuestra Señora de Loreto y Santa María La Mayor   se habilita el ingreso al público, todos los días, de lunes a domingos, a partir de las 7 horas.La entrada general que se abona en cualquiera de las cuatro misiones tiene validez de 15 días para ingresar en las demás. En cambio, la entrada para Imagen y Sonido es exclusiva para presenciar ese espectáculo.

Los cuatro conjuntos jesuíticos de la provincia de Misiones son atendidos a través del Fondo Misiones Jesuíticas; los guías que reciben a los turistas están especialmente preparados e incluso varios de ellos hablan otros idiomas.

OPCIONES – Club del Rio en la costa del Parana, a 3 K del casco céntrico; el camping Balneario Playa del Sol en Av. Sarmiento y Rio Parana en el Puerto Nuevo, a dos kilómetros del centro. Y a pocas cuadras del acceso, el Camping Los Jesuitas.

FIESTAS PATRONALES - La localidad celebra el 31 de julio a su santo patrono San Ignacio de Loyola. Los inicios de la iglesia catolica aqui se remontan a los Jesuitas. La parroquia tiene su historia vinculada a la Compania de Jesus, cuyos antecedentes son la fundacion de la Reduccion de San Ingnacio Mini, encabezada por el cura jesuita Roque Gonzalez de Santa Cruz;  luego de su expulsion de los jesuitas en 1768, continuo su tarea evangelizadora a traves de la Congregacion del Verbo Divino , fundada por San Ignacio de Loyola. La primera capilla de madera se termino de construir en 1915; la actual parroquia comenzo a edificarse en el ano 1939 y peteneci al obispado de Corrientes hasta 1958. Las fiestas patronales reunieron a los inmigrantes  y nativos en juegos de destreza, comidas regionales en comunidad.

PARQUE PROVINCIAL TEYU CUARE - Ver Mas...

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