OBERA - Reseña Historica - Misiones, Argentina.




Yerbal Viejo-Oberá

Cuando en 1881 se concreta la federalización de Misiones, la provincia de Corrientes - que tenía anexadas estas tierras- las enajenó prontamente, en un total aproximado de dos millones de hectáreas, las que, en definitiva quedaron en mano de unas pocas decenas de personas.
Se creyó así entregar el total de las tierras, sin embargo los cálculos pecaron de negligencia y al “acercar” los ríos Paraná y Uruguay, quedó un bolsón de tierra sin dueño, lo que hizo posible contar con tierras fiscales que permitieron la exitosa colonización que se llevó a cabo en Yerbal Viejo y que resultó atípica, ya que no fue orientada en un principio por la Dirección Nacional de Migraciones ni compañía colonizadora alguna.
El agrimensor Francisco Fouilliand fue comisionado, por decreto del presidente de la Nación, don Manuel Quintana, para demarcar una picada desde Bonpland a Yerbal Viejo en un tramo de 43 kilómetros  (dividida en 3 secciones) que fue denominada desde un principio “Picada Finlandesa” (debido al origen de sus pobladores) así como que mensure 50 leguas kilométricas cuadradas, de tal modo que los lotes enfrenten la picada y que en tramos de 15 a 20 kilómetros, deje 6 Has. para pueblo, así surgieron el Pueblo Salto y Oberá.
La aprobación de la mensura de la Segunda y Tercera sección tuvo lugar el 14 de octubre de 1908. Este acto jurídico dio nacimiento a la Colonia Yerbal Viejo, cuya cabecera sería Oberá.
Hagamos historia: entre 1908 y 1911 llega uno que otro poblador en viaje de exploración, con el fin de elegir terreno y solicitarlo, pero será al final de 1912 cuando se ubican en la sección Tercera, los hermanos Pedro, Juan y Santiago Constantín de origen francés.
Además de los hermanos Constantín, llegaron en 1912 Pablo Rudel (alemán), Gunnar Qviding (noruego) Herman Rehe (alemán) Pablo Juritsch (austríaco), Axel Oberg (sueco-finlandés) Hermann Kallsten, sueco) Bogh Thorleif Bendikt (noruego), Mauricio Bruel (francés), Luciano Blanchard (francés).
En 1913 llega una columna colonizadora más nutrida. Se trata de inmigrantes suecos que, desde Brasil, pasaron a Bonpland (Misiones) y desde allí a Yerbal Viejo. La avanzada de 1913 tuvo en la figura de algunos de sus integrantes, a sus líderes naturales, resaltamos- entre otros- los nombres de Adolfo Lindström, Carlos J. Pettersson y Herman Kallsten, este último fue el precursor que entusiasmó al grupo a dejar Bonpland y trasladarse a Yerbal Viejo y que originó la avanzada que fundó un  poblado: Villa Svea (Svea Yerbal Viejo) que muestra todo un intento autónomo de organización social , utilizando la selva, la tierra roja y el material humano que componía el grupo para sacarle a la selva, a la tierra y a la fuerza de sus brazos, lo necesario para subsistir e ir creando heredad, sin descuidar la atención social y cultural de su gente, recurriendo al gobierno del territorio para crear una escuela argentina, el destacamento policial y una estafeta de correos.
La gente de la Villa lideró los primeros, largos y sacrificados años de la historia obereña y dejó pautas de su protagonismo con actos institucionales para la formación del nuevo pueblo, tales como abrir caminos e integrar las Comisiones Vecinales, la primera Comisión de Fomento y haber apadrinado el acto de fundación de Oberá.
La colonización, como tal, comienza en 1912, se acentúa en 1913 y a partir de 1920 se consolida con la gran inmigración que irá poblando a Oberá en las décadas siguientes.
Cada día llega más y más gente a Yerbal Viejo, gente que se va ubicando en las seis manzanas reservadas para pueblo, superficie que se consideró escasa para contener tal avalancha por lo que la Dirección de Tierras y Colonias en 1927 resuelve reservar el lote 62 para el futuro ensanche del pueblo “que no tardará en acrecentarse”. La mensura y subdivisión de este lote en manzanas y solares estuvo a cargo del agrimensor Armando Gordillo.
Al producirse esta explosión demográfica que se adelantó a la organización del pueblo, prioritario resultaba dotarlo cuanto antes de instituciones de gobierno, fundándolo y dándole un nombre. Así fue que cuando la población superaba las centenas y la década del 20 casi se retiraba, se produjo, primero la creación de Comisiones Vecinales (1926/1927) luego de la Comisión de Fomento (1928) y el pueblo recibiría el nombre de Oberá (1927).
El 9 de Julio de 1928 se funda Oberá en una ceremonia realizada bajo los árboles centenarios que cubrían lo que hoy es la Plaza San Martín, descubriéndose una placa “Oberá-1928”. Un  millar de pobladores asistieron al acto que estuvo presidido por el representante del gobernador Barreyro, Atilio Fernández de la Puente (funcionario de la Dirección de Tierras), quien, juntamente con su esposa, Haydée Camaño de de la Puente fueron padrinos de la ceremonia en el orden oficial y Diamantina  Zarratea de Lindström y Adolfo Lindström, lo fueron en representación del primer grupo de colonos.
Fundada Oberá, siguió recibiendo más y más el aporte inmigrante proveniente de  distintas naciones, lo que la transformó en una suerte de crisol de nacionalidades, principalmente de origen europeo, también asiático y latinoamericano (paraguayos y brasileños) lo que hace que hoy la ciudad sea la sede de la Fiesta Nacional del Inmigrante que se celebra anualmente en septiembre.
A esa fuerte corriente migratoria se agrega especialmente a partir de los años 30 un fuerte aporte poblacional provinciano, constituido principalmente por docentes, empleados públicos,  profesionales, comerciantes, industriales. Todo ese calificado aporte humano fue artífice de una evolución sin precedentes que permitió la transformación de colonia a pueblo y de pueblo a ciudad en corto tiempo.
Oberá, 24 de septiembre de 2012
                                                                      
Aldo Rubén Gil Navarro
Historiador- Escritor-Periodista
Mayor Notable Argentino



Vista de la Terminal de Obera







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