Mascota Nueva...Vida Nueva

Existen tres formas de acoger a una nueva mascota en el seno de una familia, afirman sociólogos norteamericanos que realizaron un estudio sobre las distintas "ideologías" que se esconden detrás de la crianza de un animal de compañía.
Están los que adoptan al nuevo perro/gato como si fuera un hijo más -los "humanistas"- y no dudan en hacerle un lugar en la cama y festejarle el cumpleaños; están los "asistencialistas", que ubican al perro por debajo de cualquier miembro de la familia y rescatan del animal su potencial para defender el hogar o ayudar en las tareas rurales, y, por último, los "proteccionistas", los defensores del bienestar animal, cuya visión del cuidado parte de pensar en cuáles son sus necesidades.
"Lo importante es que todos los miembros de la familia estén de acuerdo con la incorporación de un animal. Un cachorro necesita mucha atención, ya que durante los primeros meses se desarrolla su comportamiento, y es entonces que debe aprender todo lo que necesita para convivir con su nuevo grupo", dijo la doctora Silvia Vai, médica veterinaria integrante de la Unidad de Etología Clínica del Hospital Escuela, de la Facultad de Ciencias Veterinarias (UBA).
"Hay mucha gente que se compra un perro pensando que no requiere mucho tiempo de uno; lo lleva a su casa el fin de semana y el lunes se va a trabajar y el perro se queda solo. No hay nadie que le ponga límites, y eso puede dar lugar a problemas de comportamiento futuros."
Destructividad, agresividad y ladridos obsesivos son algunos de los problemas de conducta. "Compran un perro durante las vacaciones y están todo el tiempo con el cachorrito, lo tratan como si fuera un bebe, no se despegan; pero luego se terminan las vacaciones, los chicos vuelven a la escuela y los padres a trabajar. De golpe cambia la rutina del hogar y el perro se queda solo, aúlla y rompe todo cuando los dueños no están...".
Si el perro de cachorro está todo el tiempo a upa, como un bebe, de grande también lo va a querer estar, y si está todo el tiempo en compañía, va a querer gozar de ésta durante el resto de su vida en familia.
Si uno no dispone de tiempo para sacar a pasear a un perro, mejor será un gato, que se adapta mejor a estar solo.
Los alimentos y medicamentos varían en función del peso, por lo que un animal de 40 kilos va a requerir una buena inversión para esos cuidados mínimos.
Evitar que el cachorro por adoptar sea separado de su madre antes de las siete a ocho semanas, ya que en ese tiempo la madre imparte a sus cachorros nociones básicas de comportamiento.
Desde cachorro, el animal debe estar en contacto con chicos, bebes y personas mayores; eso evitará que de adulto les tenga miedo y sea agresivo contra ellos.
Nunca jugar en forma violenta, pues estimula la agresividad.
Dado que los perros tienden a respetar la jerarquía dentro de su manada, es conveniente no dejarlos subir a la cama y no darles comida de la mesa en la que está comiendo la familia.
No darles para que jueguen ropa vieja o juguetes de los chicos, ya que después jugarán con ropa nueva o juguetes que uno no quiere que destrocen.

Fuente: Sebastián A. Ríos  - Diario La Nacion  
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